Una de "robos", carabinieris y calderas... (última semana de mayo/primera de junio).

Poco a poco se va acercando el fin de esta experiencia, para algunos antes que para otros. Así que, por este motivo, fuimos la semana pasada a una de las últimas fiestas, que se celebraba en un polideportivo dejado de la mano de Dios. La idea era fútbol + barbacoa + fiesta. A mí lo de la barbacoa no me hizo falta porque con todos los mosquitos que me comí de camino...argh!


Poco después empezamos los exámenes. El primero no fue bien, porque el profesor nos trató como dos alumnas más y, entre que ya tenía las preguntas hechas y que preguntó cosas muy específicas... Nos bajó mucho la moral, pero bueno, como se suele decir..."de todo hay en la viña del señor".
Al día siguiente teníamos fiesta en casa de Kelly, la francesa, coincidiendo con el 150 aniversario de la República italiana. Aquello fue increíble, más que nada porque por lo menos estábamos 50 personas, y eso tirando por lo bajo...




 Además conocí en persona a un español que me presentaron hace tiempo por Tuenti para que le ayudara un poco este mes que venía. Casualmente se fue a vivir a casa de esta chica.
Lo que no sabía es que, tras llevar SÓLO UN DÍA en Parma, iba a acabar en el coche de los carabinieri. Sí, del jaleo que se montó, los vecinos salieron en pijama a la calle y llamaron a la policía. Pidieron a la mayoría la documentación (a mí no) y a los dueños del piso se los llevaron en el coche. ¡Menudo estreno!
Después nos fuimos a la Pilotta, pero nos cayó un tormentazo encima...
El resto de días fue para estudiar, ya que el día 6 tenía el próximo, que por cierto aprobé, no con lo que yo quería pero bueno...supongo que será mejor eso que suspenderlo.
También fuimos a la pizzería que es un poco cara en comparación con el resto, pero que están bueeeníiisimaaass. Mi cara de felicidad lo dice todo...




Aunque también tiene una explicación: esa semana empecé con la dieta. Así que un plato de tal calibre una vez a la semana...¡alegra la vida!
Bueno, ¡y cómo no voy a hablar de las clases de batuka! En verdad fue una, pero no porque no quisiera, sino por falta de tiempo. Me reí mucho, porque siempre me he considerado una persona con falta de coordinación en piernas y brazos: ¡o muevo piernas o muevo brazos, no ambas! Pero la verdad es que se dio bien. Nos pusimos Cristina, Ainhoa y yo en el salón de su casa. Qué sudores y qué calores...
Ahora me voy a pasar a hablar del piso y derivados: el día antes del primer examen estuvimos a punto de irnos Rocío y yo, porque llevábamos unos meses sin pagar, pero no porque no quisiéramos, sino que entre unas cosas y otras pues... Siempre habíamos tenido miedo de perder la fianza, y era por eso que teníamos en mente irnos aunque fuese a casa de Cristina y Ainhoa, pero al final vino el propietario en son de paz y decidimos quedarnos. 
Aunque la casa no está en las mejores condiciones, como por ejemplo la caldera. No tenemos agua caliente. Al principio me duchaba con agua fría, al borde del infarto. Pero ya Vincenzo empezó a calentar agua en la olla y le seguimos el resto. Hasta que llamemos al que arregla estas cosas, estamos todo el día olla pá acá, olla pá allá!
Pongo ese como ejemplo porque mejor no hablar de mi escritorio para hobbits, o la cama con complejo de barca (se pone a dos patas con muchísima facilidad) o la persiana que ni sube ni baja... Me recuerda mucho a la película "Esta casa es una ruina" de Tom Hanks. Sólo falta que la bañera se rompa y acabemos en la casa del vecino. ¡Toquemos madera!
Luego está el tema de los "robos", que ya he mencionado en el título de esta entrada. Resulta que aquí el compañero nos quita comida. Pongo un ejemplo: hace poco, cuando Cristina y Ainhoa se quedaban a dormir, compraron un bote de nocilla. Les dijimos que se lo llevaran porque nosotras no íbamos a comer, pero se empeñaron en dejarlo para cuando vinieran ellas. Así que lo dejamos encima de la encimera tan tranquilamente. En esto que vienen ellas unos días después y se les antojó un poco de nocilla. Cuando abren el bote...¡estaba casi vacía! 
Eso sólo fue el principio, porque después le ha cogido chocolate a Rocío, incluso ya la última vez se dejó la puerta de su armario abierta. Así que estamos pensando qué dejarle de cebo para tener una prueba muy clara que presentarle cuando se lo digamos.
Mientras tanto voy patentando sistemas anti-robos caseros, como en un pack de 6 yogures introducir en el medio, cual tarjeta de crédito, una tableta de chocolate, para mi día libre!jiji. Y pobre de él como me lo toque...
Ya por último, esta semana vinieron los italianos a cenar a casa, ya que Michele nos iba a cocinar pasta. Nos hizo "spaghetti con le noci" (espagueti con nueces). A mí cuando me dijeron la receta, antes de probarlo, pensé...¿pero eso está bueno, así tan simple? Pues buuff...¡está delicioso! De que vuelva a España lo haré :)
Lo mejor vino después, que Cristina se quedó a dormir conmigo, y se empeñó en que Michele nos contara un cuento mientras nos dormíamos. Qué risa, por Dios... Encima, como el chaval estaba esperando a su amigo que estaba hablando con Rocío, le entró sueño y no se le ocurrió otra idea a Cris que dejarle un hueco, sin saber que se quedaría dormido a los dos segundos y que ocuparía todo el lateral de la cama. Así que cuando ya llevábamos diez minutos aguantando, se le ocurrió hacer como que le llamaba el amigo para que se fueran. Y se fueron, pero más que nada porque el amigo se pensaba que Michele se quería ir ya, que si no lo veía ahi toda la noche durmiendo con nosotras!
Y nada más...eso es todo! Este fin de semana me voy a Frankfurt con mi hermana, así que..."wir sehen uns bald"! :)










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