...Semanas después...

Después de Dios sabe cuándo, vuelvo a actualizar. No es que no haya querido, ni mucho menos, pero está visto que cuando llega el buen tiempo lo que menos haces es parar. 

Empezó la época de tirarse en el cesped del Parco Ducale para jugar a las cartas...


... y también terminó siendo el último día que tuve bicicleta, porque subiendo una de las pocas cuestas que hay en Parma (y para eso estamos hablando de un desnivel del 0,000000000000000002%), la bici se hizo trizas. Se dobló toooda la cadena hacia atrás. Qué le vamos a hacer...
También en estas fechas organizamos nuestra primera fiesta en el piso, aprovechando que Vincenzo se había ido a pasar la Semana Santa a Basilicata.
Lo que me pude reir...porque aquí "la mia conquilina" (Rocío) se presentó al pub que fuimos después, con las zapatillas de estar por casa (blancas en forma de osito). ¡Todo por una apuesta!
Ah, y hablando de Semana Santa, o mejor dicho de Pascua, descubrimos un dulce típico de aquí que está buenísimo: la colomba. Para que os hagáis una idea, sabe como un roscón de reyes, pero por dentro tiene trocitos de naranja confitada y por fuera granos de azúcar con almendras enteras... ¡Delicioso!
El caso que fui al Conad que estaban a 1,98€ (en oferta) y compré tres: uno para mí, otro para mí y otro para..mí! 
En verdad uno sí que me lo comí yo, el otro se lo comió mi madre cuando estuvo aquí, y el tercero se lo llevó a España para que lo probaran por allí. Así que no fue tanto el ansia por mi parte! 
Pero bueno, no todo fue colombas, parques y fiestas... También hicimos un hueco en nuestras "ajetreadas" vidas para ir a Padova o Padua, como prefiráis llamarla.  Sí, donde nació San Antonio de Padua!


Ya lo siguiente que nos tocaba era la graduación. Unos días antes encontré un vestido aquí en H&M por miedo a lo típico: que tu vestido no coincida. Y por fortuna así fue! :) 
Pensé que en general todo iba a ser una mierda porque nunca ha sido/hemos sido un grupo unido, pero me llevé muy buen sabor de boca. Muy entrañable todo! Y la madrina, Ángeles Blanco, un auténtico encanto.




No todo fue alegría, porque a mi perro le encontraron un tumor en los testículos, y con la edad que tiene (12 años) era un riesgo, pero ha quedado como una rosa! :) 
Así que los días que estuve por ahí disfruté de ambos...




También aproveché para apuntarme a la Escuela de Idiomas, porque ya que el año que viene va a ser un poco sabático... Eso sí, se me fue un poco la pinza porque en principio sólo tenía pensado inglés, pero a última hora le añadí alemán! Así me vuelvo políglota! :D
Después tocó la vuelta, esta vez con la compañía de mi madre, como ya comenté en entradas anteriores.. ¿sabéis qué fue lo primero que hizo nada más llegar? ¡Limpiar! No tendría suficiente con pasar la noche en el aeropuerto, con el avión y tren que encima se tenía que poner a dejarnos el piso como los chorros del oro. 
Pero también es verdad que nos hizo unas comiditas...mmmmmm!!!!!!!
En verdad no tenía planificado qué quería enseñarle, ni qué días ni nada de nada. Lo único que estaba claro es que quería llevarla a Roma fuera como fuera. Y la verdad que salió todo redondo: primero Venecia...


Aquí hice algunas variantes con respecto a la primera vez que fui, como coger "il vaporetto" hasta Piazza San Marco, o ver un museo de Leonardo da Vinci.
Entre viajes y viajes la llevé a comer helados. Le encantaron, sobre todo "il parmigianino", una especialidad. 
Después fuimos a Florencia, donde también hice variaciones de cosas que no había visto, como subir al campanario (400 y pico escalones, ¡cuidaito!), pero merecía la pena, porque ofrecía unas vistas de la ciudad inmejorables. Eso sí, nos quedamos con las ganas de ver el auténtico David de Miguel Ángel, pero desafortunadamente ese día estaba cerrada la Academia. Otra vez será...


A la vuelta, como salía más rentable volver por Pisa que directamente a Parma, nos pasamos por la torre inclinada. Sólo fueron dos horas, pero "pá qué más"!
He de decir que me impresionó un poco, pero para bien. Me la imaginaba muy distinta.




Y sí, nuestra última parada fue Roma. Nos fuimos en el tren de noche así que a primera hora estábamos allí clavadas. Y nada más llegar nos fuimos en dirección al Coliseo, que por 12€ ves esto y el Palatino, que es un complejo bastante grande que comprende muchos edificios.






Ver esto nos llevó toda la mañana, así que nos fuimos a la habitación que había reservado el día antes. Estaba en muy buena zona, al lado de Roma Termini, así que todo eran ventajas. 
Después le di un buen palizón a la pobre, ya que pretendí que viéramos todo lo que pudiéramos en dos días, que era lo que ibamos a estar ahí. Y lo peor de todo es que de noche me desorienté un poco, pero bueno, llegar llegamos! 










Pero con lo que de verdad flipé fue con la visita al Vaticano, incluido el museo con su Capilla Sixtina. Mira que a mi las iglesias no me van, pero la basílica de San Pedro es...INCREIBLE!


En su interior está la auténtica Piedad de Miguel Ángel, detrás de unas cristaleras.


Lo que más me impresionó es ver al Papa Juan XXIII embalsamado. Parecía un muñeco de goma... 


Al día siguiente volvimos a Parma, después de 5 ó 6 horas de tren, que se dice poco... El resto del tiempo lo dedicamos a que se comiera su último parmigianino, y como no, ¡a limpiar! Ais...
Ya el sábado de noche nos fuimos a Bologna porque su avión salía a las 7 de la mañana. Y menos mal que nos fuimos de noche, porque al día siguiente había huelga de trenes. Lo único que ya se sabe lo pesado que se hace estar ahí tanto tiempo...
Me dio mucha mucha mucha pena que se fuera, pero bueno, si lees esto que sepas que me ha encantado tenerte aquí! :)

Lo siguiente que quedaba era celebrar mi cumpleaños. Nunca me ha gustado celebrarlos, pero esta vez era distinto, era una ocasión especial.
La noche antes nos quedamos a dormir en casa de Cristina y Ainhoa, en esto que a las doce en punto me cantaron el cumpleaños feliz. De repente, Rocío me colocó algo detrás de la oreja. Era una carta que al principio me desconcertó porque no sabía de quién podía ser. Cuando lo abrí me quedé en shock...era de May e Irene! De esta manera querían felicitarme. Quedaron unos días antes con Rocío para darle la carta. Me quedé sin palabras, y la tengo muy bien guardada como uno de los tantos buenos recuerdos que tengo de este año.

Al día siguiente fuimos a comprar cosas para la fiesta, que había invitado a los de siempre. Me prepararon un cartel de "Tanti auguri", me compraron una tarta de nutella, y me regalaron una sudadera de la Universidad de Parma.




(Ya, hay 12 velas cuando debería haber 22, pero es lo que tiene las cosas del directo! :P)  Si teniendo 21 me echaban 23, con 22...¿cuántos me echarán? :(






Como cayó en martes, fuimos al Spritz, donde vamos siempre. Me lo pasé muy bien, la verdad. Así me quita el "miedo" de celebrarlo otros años! :)

Y colorín colorado.... ¡por fín he actualizado! :D 





Ah, y el próximo mes me voy tres diítas con mi hermana a Alemania! :D 
Mientras tanto, a estudiar, "perche cominziano gli esami"! :( Siete, ni más ni menos...



0 Response to "...Semanas después..."

Publicar un comentario