12ª semana.

La última entrada del año la hago desde casa, por fín! :D
La semana fue más intensa en cuanto a emociones que en cuanto a hechos. El inicio se resumió en estudiar italiano porque el jueves tenía el examen. No me lo curré mucho, la verdad, también porque el día a día hace muchísimo. 
Como ya he dicho, el examen era el jueves. Lo malo es que me tenía que ir al campus, que está bastante lejitos. Qué manía tienen de poner los campus a las afueras... El caso es que yo JAMÁS había ido porque mi facultad está en el centro, así que tuve que averiguar qué autobuses iban hasta allí, y cargada con un mapa para dar con el sitio. Aún así tuve que preguntar a la gente que andaba por allí. Todo esto a -5ºC. Era horroroso. Toda Parma estaba congelada, y mis manos y mi nariz hacían esfuerzos por no caerse en trocitos pequeños.
La prueba constaba de cuatro partes: gramática, comprensión de texto, audición y otro sobre la vida en Parma. En total 70 preguntas tipo test. En resumidas cuentas, saqué un 24/30, con 58 preguntas acertadas. Al ser el primer examen que hacía, entendí cómo se hacía todo: pegas un código de barras que te identifica, y te recogen tu "libretto di studio", en el cual escriben todas y cada una de tus notas. Lo malo es que tenía que volver en otro momento a recogerlo, y aunque podría haberlo dejado hasta después de navidades, preferí ir a por él al día siguiente por si acaso se me pasaba.
Después del examen salí corriendo a pillar un bus, porque tenía clase después. Y tengo que decir que, desde aquí, declaro mi odio hacia los conductores de autobuses. Quise comprar un "biglietto" con una moneda de 2€ y me dijo que no, que tenía que darle el 1,5€ justo. Así que como nadie tenía cambio, me monté sin pagar. En ese momento eché de menos a los de Tubasa, tan simpáticos, tan conversadores...
Eso sí, me bajé unas cuantas paradas antes porque tenía miedo de que entrase el temido revisor y me pillase. ¡Que son 40 eurazos de multa! :S
Corriendo fui a mi facultad, porque había quedado con Enisa, la chica albanesa, para sacarme unos libros que me hacían falta de la biblioteca. A los Erasmus no nos dejan sacar, así que era la única forma que encontraba de poder hacerme con ellos. Me hizo un favor enorme, sin contar lo bien que se ha portado con nosotras. Nos regaló incluso una postal de su país firmada por ella. Un sol de persona.
Este fue el principio de un trajín que no cesó hasta el domingo. Ya empezaba la cuenta atrás y había que ir preparando las cosas poco a poco. Los últimos días me dediqué a fotocopiar más libros que me hacían falta. 
Encima el viernes nevó un montón y tuve que salir en plena nevada a recoger un libro. Qué manera de nevar... Se me metían los copos hasta en los ojos, pero era precioso verlo caer. Le perdono hasta los resbalones que me di a la ida y a la vuelta.
El sábado estuve haciendo la maleta y dejando todo recogido, ya que por la noche nos íbamos a Bologna para ir más tranquilamente al aeropuerto. Así que estuve metiendo toda la ropa que me iba a poner estos días o que iba a dejar aquí, la pasta gigante y el trozo de queso parmesano que compré unos días antes. 
Qué horror volver a cargar con las maletas...arrrrghhh!!!!! Además que siempre me cierran las puertas en las narices, y eso acrecienta mi odio. 
El caso que una vez dejadas las maletas en casa de nuestra amiga, nos fuimos a la pizzería que os mostré hace unas semanas. Pedimos dos para comer y después mi compañera y yo pedimos dos cada una para llevarnos a España. Sí, ya sé que no cabe en la cabeza de nadie, pero lo hicimos.  Encima nos salió una gratis a cada una, así que no me digáis que no es una ganga dos pizzas al precio de 7€. 
Ya al día siguiente estuvimos haciéndoles hueco en las maletas. Yo cargué con un rollo de cinta de embalar en la maleta, así que me puse a embalar las pizzas, y las encajé con mucho cuidado en la maleta. Eso sí, constantemente estaba preocupada por el estado. 
Nos fuimos con tiempo al aeropuerto para facturar y todo ese rollo. Milagrosamente la maleta pesó 14,4 kg, y yo pagaba por una de 15, así que menos mal... Luego, además, el avión salió con apenas 5 min de retraso, así que...¿qué más se podía pedir? Eso sí, el viaje se me hizo eterno... 


Menos mal que el punto cómico lo puso un sevillano que dijo nada más aterrizar en Sevilla: "Mañana me voy de excursión al Mercadona y le doy un abrazo a la cajera". ¡Olé ahí! :D
A nuestra llegada, después de haber recogido la maleta facturada, fuimos a la salida y cuál fue mi sorpresa al ver a tanta gente agolpada dando la bienvenida a esas personas queridas que venían conmigo en el avión. Mira que lo habré visto veces en las películas, pero jamás pensé que resultara tan emocionante. Al cabo de 5 minutillos, encontré a mis padres entre tanta multitud. Fue una sensación rara tenerlos frente a frente, después de dos meses viéndonos sólo y exclusivamente por la cam, pero muy bonita. Además me recibieron con Ferrero Rocher. Qué más se puede pedir...
Una vez repartidos los besos y abrazos correspondientes, nos pusimos en camino. Yo con unas ganas tremendas de ver a mis perros y, tras dos interminables horas, ocurrió. Mi madre dejó que bajara a la cochera a recibirme y uf... ¡qué alegría más grande! Eso sí, la pobre tenía tanto pelo desde la última vez que la vi que no lograba distinguir bien. Pero se puso muuuy contenta, subiendo y bajando las escaleras corriendo, como una loca, chillando de alegría, y yo detrás de ella participando en la fiesta.
Para dar fin a este día tan estupendo, cenamos una de las pizzas que me traje en la maleta y... señoras y señores... ¡dormí con mi estupendísima almohada! :D (ya la mencioné en mi decálogo).
Y nada, aquí me despido hasta después de navidades. En enero vuelvo con nuevas historias, espero que tan emocionantes y divertidas como las que llevo hasta ahora.  Para dar fin con toque navideño, aquí os adjunto una foto de un árbol que tenían colocado en el mismísimo centro de Parma. Precioso, todo hay que decirlo...










BUON NATALE A TUTTI! Ah, y buena salida y entrada de año! ;)


11ª semana.

Penúltima semana en Parma antes de Navidad. Los nervios y la ilusión aumentan conforme se acerca el día. El reloj va más despacio, cuando meses y días antes parecía que iba a la velocidad de la luz.
Mientras esto sucede, la vida Erasmus sigue desarrollándose, aunque volvemos a una semana simple, por llamarla de alguna forma.
Lo mejor de todo es que el sol nos está acompañando. Parece que por fín escuchó mis plegarias. El primer día que salió, habiendo pasado tantos días desde la última vez, se me engurruñaban los ojos al darme de frente, como esas personas a las que no le da en meses. Eso sí, fue una sensación la mar de placentera! :D
En cuanto a las clases, no hay mucho que contar. Los lunes y los martes por la tarde ya los tengo libres porque terminó la asignatura, pero claro...tengo que estudiar italiano, que el examen es el jueves.
Además, tuvimos que comprar unos libros para unas asignaturas, ya que está visto que aquí es la mejor forma de estudiar. Para que salga más económico cada una compra uno y nos lo dejamos para fotocopiarlo, porque si no...
Por otra parte, ¿recordáis la historia que conté días atrás del "colgao" que dio la nota en clase de Comunicazione Giornalistica e Pubblicitaria? Pues bien, esta semana le tocó el turno a una chica que se quedó dormida, roncando de una manera...uuff! Pobre Triani (el profesor), siempre tocándole estas cosas. Además conocimos a una chica albanesa muy maja. No es Erasmus, lleva cuatro años estudiando en Parma.
El miércoles fue fiesta aquí, que al parecer se celebraba lo mismo que en España, el Día de la Inmaculada. Nos acercamos a una pista de patinaje sobre hielo que han colocado cerca de casa. No me animé a patinar porque no sé, y eso que una amiga, antes de venirme a Parma, me dio unos suyos en línea para que aprendiese, pero claro, no tuve el tiempo suficiente como para aprender del todo. Una asignatura que tengo pendiente, como tantas otras.
El fin de semana nos quedamos en casa, porque teníamos que hacer un video, ,estilo promocional, para la asignatura de Comunicazione Giornalistica e Pubblicitaria, aparte de estudiar para el examen. 
Eso sí, no hemos perdido el tiempo y hemos comprado un billete para Dublín (Irlanda) para finales de enero, justo el día después que yo vuelvo de España. Va a ser mi primer viaje grande, así que tengo mucha ilusión puesta en él! :D
En cuanto a lo doméstico, la ducha sigue igual. De hecho ya la alcachofa ni existe. Aunque suene muy chapucero, es más cómodo ducharse con el cable sólo, así que si el dueño del piso quiere ponerla, que la ponga, pero si no...así se queda!Es la misma sensación que cuando riegas las plantas...
Ah, además ha llegado la navidad a nuestro piso sin previo aviso. Revisando un mueble de la entrada hemos encontrado un belén en miniatura. No me ha dado tiempo de hacerle foto, pero bah...¡quién no ha visto un belén!
El caso que yo tengo en mente constantemente España. De hecho tengo hecho un decálogo de cosas que tengo que hacer cuando llegue. Algunas de estas cosas son...


1. Dar un achuchón inmenso a mi familia.


2. Dar un achuchón inmenso a mis chuchines, y no soltarlos hasta que me canse.


3. La comidita de mi madre, que no falte.


4. Coger con muchísimas ganas mi almohada, que estoy harta de las del Ikea. Las compré con instinto asesino (el accidente que provocaron) y encima juegan entre ellas a ver cuál asfixia más. Argh...


5. Darles un achuchón inmenso al resto de personas cercanas.


6. Comprarme ropa, que estoy "express".


7. Ver la tele, que aquí ni la huelo. Un poco más y se me olvida el funcionamiento...


8. Ir al Mercadona. Los precios de aquí son demasiado mareantes, aunque tengo miedo de que la emoción me lleve a encadenarme a la puerta hasta que se dignen a traerlo a Italia.


9. Sentarme en un sofá. Para algunos es lo más normal del mundo, para mí un privilegio.


10. Sólo el simple hecho de irme al sur indica menos frío, así que...¡ya está dicho!


Así me despido hasta la semana que viene, LA ÚLTIMA SEMANA :D






[ 1 SEMANA]

10ª semana.

Esta semana ha sido más dinámica que las anteriores, aunque me ha costado horrores dormir. Ha habido días que conseguía dormir a la hora de levantarme, y uff... Pero bueno, vamos a lo que vamos!
El lunes por la tarde volvió mi compañera de Polonia. Me trajo una tableta de chocolate, y la verdad que me alegró mucho, después del mal día que tuve el día anterior.
Al día siguiente nos volvimos a integrar a la vida universitaria yendo a una charla que daba Antonio Padellaro, un periodista italiano importante a nivel nacional. Por la tarde no nos dio tiempo de ir a clase porque salíamos de una a las tres, y a esa hora teníamos que estar en la otra punta de Parma para la siguiente, y sin haber comido. Así que nos vinimos a casa, que además venía una señora a limpiarnos la cocina. Quedó muy limpita, sí, pero...sólo espero que eso no se nos descuente de la fianza.
Llegó el miércoles, y con él la nieve. Esta vez sí que la pude tocar y bien tocada, y si no que se lo pregunten a mis pies... Todas mis zapatillas, a excepción de las de deporte, se me han roto por la suela! :(  Se conoce que de tanto usarlas, se ha desgastado la suela. Imaginaos cómo se me pusieron los pies... Pero bueno, puedo aguantar hasta que vuelva a España por navidad.
Volviendo al tema de la nieve, como era la primera vez que andaba sobre ella, parecía un pato mareado, con sus correspondientes resbalones. No me llegué a caer, algo que me sorprende muchísimo. Definitivamente creo que he mejorado mucho mi sentido del equilibrio! :D   El Parco Ducale estaba precioso nevado. Al salir de clase nos atrevimos a tirarnos unas cuantas bolas. Qué mala puntería tengo, por Dios... Me llevé la cámara para intentar hacer fotos de Parma nevada. Digo intentar porque del frío que hacía cualquiera se paraba a hacerlas. A la tercera va la vencida, de verdad que sí.
Volviendo al tema del frío, es algo que se soporta ya, pero que cansa mucho. Tooooooodos los días frío, y...¿el sol para cuándo? Muchas veces miro el cielo desde mi ventana y pienso: "Sol, ¿por qué no apareces aunque sea sólo un ratito? ¡Ciégame con tus rayitos! ¡Te queremos!"  Se hace de rogar, pero a veces sí que asoma un poquito la cabeza...
Mientras tanto tengo que ir de esta guisa por casa los días de mucho frío, y eso que ponemos la calefacción cuando no queda más remedio.




El jueves no tuvo nada de especial. A clase y a casa, que hacía mucho frío. 
El viernes, que no tenemos clase, se nos ocurrió ir al Lidl. No sabíamos a ciencia cierta dónde estaba, pero después de hacer indagaciones y tal, cogimos las bicis y fuimos a tantear el terreno. Para que os hagáis una idea de las barbaridades que he estado viendo de precios hasta ese momento, fue como si se me apareciera la Virgen. No podía creer lo que estaba viendo...
Está lejos, eso sí, a unos 40 minutos andando, pero trae cuenta. Cogeremos las bicis para hacer compras más o menos grandes, o bueno...bus si no queda otra...
El sábado, mientras veíamos Toy Story 3, nos llamó un amigo que está de Erasmus en Bologna, y nos invitó a pasar el fin de semana. Querían ir a una pizzería que hace unas pizzas inmensas a muy buen precio, así que allá que fuimos.


De lo grande que es no cabe en el plato. Aquí es donde traeré a la gente que venga a visitarme.
A continuación nos comimos un Mc`Flurry, que para algo que está un poco más barato que en España... Después nos fuimos a su casa y estuvimos jugando a las cartas y hablando hasta las 5, dormimos, comimos y nos fuimos al mercadillo y de tiendas. Menudo ambientazo hay en Bologna, es normal, siendo la capital de la región... 
También resulta extraño ir al mercadillo de noche. Lo que más se vendía era...¡frío! Después fuimos a casa de una amiga que estudia también en Bologna, y nos invitó a tomar un café. El caso que hasta las 10 de la noche no cogimos el tren hacia Parma.
Lo mejor de todo es que no nos picaron ni la ida ni la vuelta, con lo cual nos sale gratis ir a Bologna para coger el avión, y la vuelta para cuando volvamos en enero! :D
Cuando llegamos me encontré la agradable sorpresa de que la alcachofa de la ducha estaba rota. A ver, ya de por sí lo estaba, porque estaba pegada con cinta de carrocero o como se llame, pero para una vez que se ducha aquí el compañero, va y se la carga! Así que me puse a intentar solucionarlo, al menos de manera temporal porque no tiene solución. Pero en el momento de abrir el grifo para lavarme la cabeza, un chorro de origen desconocido iba directo a mi ojo y otro a ninguna parte. Qué horror... 
Intentaré desentrapar las tuberías con un ácido que hemos comprado. A lo tonto a lo tonto voy a volver hecha una manitas! :D
Y nada, ya para terminar, comentar que en España no hay un puente, sino un acueducto, y yo en cambio sólo tengo un día de "vacaciones", el miércoles. Qué aburridos son los italianos... ¡Ni Mercadona`s ni puentes! ¬¬
Sinceramente no sé qué se celebra, pero con mucho gusto lo celebraré! :D
Hasta la semana que viene!



[ 2 SEMANAS ]