16ª semana.

Esta semana ha estado muy guay. Además, el tiempo ha acompañado.
Como adelanté en la entrada anterior, quedé con Isaac, el de Canarias, para conocernos por fin. Muy majo. Por cierto, ¿dónde creéis que lo llevé? ¡Al sitio de los aperitivos por 3€! Desde luego nos tenían que dar un suplemento, porque persona que llega, persona que llevamos a cenar allí. 
Lo acompañamos a la vuelta a ver un piso cerca de la estación, pero poco después nos volvimos a casa porque al día siguiente teníamos nuestro primer examen: "Storia e critica del cinema".
El examen empezaba a las 9 de la mañana, pero hasta las 5 de la tarde no nos tocó. ¡Horrible! Además me resultó un poco caos, porque estábamos todos los que nos examinábamos en una sala grande, con dos mesas de despacho, y a medida que iban nombrando, se iban acercando a las mesas los alumnos y se examinaban delante de tí. 
Toda primera vez tiene su anécdota, y esta no podía ser menos: cuando nosotras íbamos a clase no sé por qué pensábamos que el profesor se llamaba Roberto Campari, y de hecho lo habíamos llamado así alguna vez y nos había respondido. Como para hacer el examen hay que inscribirsi, nos inscribimos al examen de Roberto Campari, pensando que era el profesor al que habíamos estado viendo todo este tiempo. ¡Pero no! ¡Era otro! Y eso que estaba allí delante "Roberto Campari falso"...
Pero no nos íbamos a echar para atrás, después de haber estado estudiando, así que nos atrevimos. Lo malo es que éste pedía otras cosas, pero fue un poco imaginación al poder, a ver si sonaba la flauta. ¡Y vaya que si sonó! Un 26/30 que me puso :D 
Lo malo que, como tuve que esperar media vida para hacerlo, no tuve tiempo para preparar bien el del día siguiente, así que volveré a intentarlo en junio.
Mientras todo esto pasaba, tuvimos "overbooking" en casa, porque vinieron unos amigos de Rocío, y se quedó Isaac hasta el domingo, que era cuando quedaba libre el piso al que se va.
El jueves tuvimos el último examen de la semana, que fue una chorrada. El profesor me dejó hablar en español porque lo entendía, ya que había estado investigando el paradero de Cristóbal Colón, lo que le llevó a Sudamérica, y así fue como lo aprendió. Sólo me hizo dos preguntas, y por eso un 30/30.
Para celebrar casi el final de exámenes, y con motivo de las visitas, nos fuimos a Firenze (Florencia). No estuvimos todo el tiempo que hubiésemos querido, porque nos fuimos después de este último examen, casi a media mañana.
Como teníamos que hacer trasbordo en Bologna, aprovechamos para que la vieran un poquito. 
De camino a la plaza, encontramos una chica que hacía objetos a mano con barritas de aluminio.



Después ya sí que nos dirigimos a Florencia, no sin antes sufrir un pequeño percance: nos bajamos en una parada antes de la que debíamos, todo porque nos fiamos de lo que nos dijo una chica que estaba a nuestro lado. Menos mal que suelen pasar muchos trenes y cogimos el siguiente que sí que nos dejó en el sitio correcto.
Como dije antes, no nos dio tiempo de ver mucho. Aquí os dejo unas cuantas fotos:













Una vez visto un poco aquello, y después de haber catado un rico helado "fiorentino", nos volvimos a Parma en un Eurostar, lo que equivale al AVE en España. Fijáos qué diferencia: con un regional se llega a Bologna en una hora. Pues con éste que os digo, 35 minutos. Un lujo y...muy caro.
Al día siguiente fuimos a ver Parma, para que esta gente lo conociera un poco. Yo me uní más tarde. Después de comer en un restaurante italiano, estuvimos en un parque al que no había ido hasta ahora, en la zona pija, digamos, llamado Cittadella. Sacamos el niño que llevamos dentro montándonos en los columpios. ¡Qué mareo...!





Terminamos la tarde con un buen helado italiano, pero en otra heladería distinta a la que solíamos ir. Resulta que a la que íbamos está de obras... Tampoco tiene mucho que envidiarle: tiene uno de yema de huevo y almendras enteras caramelizadas. ¡Delicioso! Además, tiene servicio a domicilio. ¿Os imagináis las consecuencias nefastas que puede tener eso? Voy a esconder el panfleto bajo llave...
Por la noche salimos de fiesta. Yo no tenía ganas, pero si te dicen que te apagan el router, te desenchufan el ordenador y demás...¡es que ya es serio! 


Fuimos a una que se organizaba con motivo de San Valentín en una discoteca a 2 Km, cuya distancia hicimos andando a la ida y a la vuelta. Después de la caminata cualquiera se ponía a bailar más de dos horas...
Había allí un chaval vestido de Cupido, lanzando flechitas y tonterías. 
El caso es que al rato volvimos andando por donde habíamos venido, visiblemente más cansados.
Al día siguiente hasta bien entrada el mediodía no amanecí, y dedicamos la tarde a ir a comprar regalos por parte de los amigos de Rocío. Otra vez caímos en la tentación de los helados... *_*
Al final de la tarde se fueron esta gente porque cogían el avión muy temprano. Por la noche Isaac y yo intentamos ver una peli, pero nos quedamos fritos al poco rato.
El domingo, como todos, fue destinado a la limpieza. Esta vez tuve de aliado a Isaac, que se empeñó en limpiar la cocina, cosa que le toca a mi querido Vincenzo. Cuando éste vio cómo lo había dejado, se puso super contento, diciendo que era mítico. Con deciros que le propuse adoptarlo y dijo un sí efusivo. No sabes ná, pájaro...

Y hasta aquí esta semana. A presto! :)


P.D: Gracias, Rocío, por las fotos para esta entrada.





0 Response to "16ª semana."

Publicar un comentario